Spirit Box

Una verdad a medias
Introducción
Mucho antes de que la Spiritbox, también denominada Ghostbox se convirtiera en un fenómeno de masas, allá por 2013, yo ya estaba delante de una de ellas. Fui uno de los primeros en España en experimentar y analizar a fondo este polémico método de supuesta comunicación con los fallecidos. Mi objetivo no era confirmar su poder, sino todo lo contrario: mi intención era clara, desentrañar el posible fraude o encontrarle una explicación racional.
Me impulsaba la incredulidad ante los reality shows de «cazafantasmas», que me parecían un espectáculo fraudulento. Sin embargo, poco imaginaba que, al compartir mis primeras investigaciones, estaría contribuyendo sin querer a una ola de experimentación superficial que hoy inunda las redes.

Veo con enorme preocupación cómo la Spiritbox es utilizada sin rigor por grupos e investigadores que dan por válida cualquier interferencia sonora. Lo hacen por ignorancia, por una interpretación subjetiva o, peor aún, por la búsqueda desesperada de likes. Este mal uso no solo es criticado por los escépticos, sino también por investigadores serios, y le está haciendo un daño terrible a la legitimidad de la transcomunicación.
Por eso escribo este artículo.
Este no es un texto más. Es el monográfico más completo que he realizado hasta la fecha, motivado por un reciente y, en mi opinión, superficial análisis sobre la Spiritbox en el programa «Milenio Live». En las siguientes líneas, vamos a sumergirnos en la verdad de este método:
- La historia real de la Spiritbox.
- Pros y contras: Sus verdaderas virtudes y debilidades.
- Buenas prácticas: ¿Se puede usar correctamente como un método de registro de parafonías?
- Mi experiencia personal: Compartiré ejemplos sonoros de mis investigaciones.
- Análisis profesional: Presentaré las conclusiones de un ingeniero de sonido tras analizar dos de mis grabaciones más impactantes.
Si bien el método no es tan crucial como el proceso en sí para obtener resultados, es innegable que la Ghostbox es un campo fértil para los falsos positivos. Si este post consigue que al menos un experimentador reflexione y tome conciencia antes de encender su dispositivo, me daré por satisfecho. Por ello, y por primera vez, te pido que compartas este contenido. Ayúdame a que esta guía de buenas prácticas llegue a quien de verdad la necesita.
También realicé un extenso vídeo en mi canal explicando de manera detallada lo mismo que redacto en este artículo.
Para entender la controversia de la Spiritbox, primero hay que dejar algo muy claro: en la transcomunicación instrumental (TCI), no existe un único método sagrado. El éxito nunca ha dependido de un solo aparato. Tenemos pruebas de ello a lo largo de la historia con experimentadores que han conseguido resultados increíbles a través de técnicas muy diversas:
- El método clásico: La grabadora y el micrófono han sido suficientes para que figuras como la francesa Monique Simonet o el español Iñaki Carmona obtuvieran registros psicofónicos extraordinarios.
- La transradio: El italiano Marcello Bacci usaba una vieja radio de válvulas desintonizada, mientras que Anabela Cardoso lograba resultados excepcionales con radios digitales modernas.
- Tecnología a medida: Otros han ido más allá, diseñando aparatos sofisticados como los de Hans Otto König, o utilizando software específico que emplea fragmentos aleatorios de fonemas humanos como portadora, método con el que la investigadora Sonia Rinaldi ha obtenido resultados asombrosos.
Entonces, ¿importa el método? Sí, pero no como la mayoría cree. Es fundamental a la hora de validar una prueba en un entorno de laboratorio, pero no es la llave que abre la puerta al fenómeno paranormal.
La verdadera clave, al final, no reside en la tecnología, sino en la sensibilidad, la disciplina y la predisposición del experimentador. Hay que ser honestos: transcomunicar es una habilidad sumamente complicada y muy pocas personas en el mundo lo consiguen de forma consistente. Por eso, aunque YouTube esté saturado de «experimentadores» mostrando sus resultados, mi conocimiento y experiencia me obligan a afirmar que el 99% de lo que se muestra no son parafonías, sino errores de aplicación y de interpretación.
Es desde esta perspectiva, crítica pero honesta, que me dispongo a afrontar el tema que nos ocupa. Durante dos años, entre 2013 y 2015, me dediqué en cuerpo y alma a desentrañar el funcionamiento de la Ghostbox y su posible validez para el registro de parafonías.
Quienes seguís mi trayectoria ya lo sabéis: yo empecé este camino desde el escepticismo, movido únicamente por la curiosidad y con la firme disposición de contar la verdad sobre mis experiencias, fuera cual fuera.
Pero antes de sumergirnos en el análisis, pongamos a todo el mundo en contexto. Para quien no esté familiarizado con el término, expliquemos de forma resumida qué es exactamente una Spiritbox.

Una Ghost Box o Spirit Box es esencialmente una radio modificada para escanear frecuencias de emisoras a una velocidad extremadamente alta. Tomemos como ejemplo el modelo PSB7: este dispositivo puede barrer entre 100 y 400 milisegundos, dependiendo de la velocidad que se seleccione. Entre cada salto de frecuencia, inyecta ruido blanco sintético.
Este aparato está diseñado para escanear un amplio rango de frecuencias: 320 frecuencias de FM (desde 76 MHz hasta 108 MHz) y de AM (desde 535 KHz hasta 1705 KHz).
Según la teoría, las supuestas entidades o espíritus se manifiestan a través de las voces radiofónicas entrecortadas y el ruido blanco. Se cree que estas entidades son capaces de modificar esta amalgama de sonidos (música, locutores y ruido blanco) para formar palabras o frases inteligibles. Estas se escucharían en tiempo real a través del altavoz interno del dispositivo o de uno externo que se le conecte. En esencia, la Ghost Box es una radio que realiza un barrido de emisoras a gran velocidad.
La principal desventaja de la Ghost Box es su fiabilidad. Por muy rápido que sea el barrido, siempre existe la posibilidad de que se cuelen fragmentos de voces de locutores reales. Esto puede llevar a confusiones, generando lo que se conoce como pareidolia auditiva: la tendencia de nuestro cerebro a encontrar patrones o significados en ruidos aleatorios.
Por esta razón, no es recomendable hacer preguntas demasiado abiertas al usar una Ghost Box. Es mucho más efectivo formular preguntas concretas para minimizar la ambigüedad y aumentar la posibilidad de obtener respuestas claras, como detallaremos más adelante.
LA HISTORIA
La historia de la Radio de barrido, más conocida como Caja Fantasma o Ghost Box, se remonta a principios del siglo XXI, alrededor del año 2000. El crédito por la creación del primer dispositivo de este tipo se le atribuye a Frank Sumption. Sumption, un investigador paranormal de Colorado, era ingeniero de profesión y un experto en radio, facetas que sin duda influyeron en su innovador invento. Lamentablemente, falleció en 2014.

Pero realmente se basó en la técnica ya utilizada por un investigador Danés Peter Stein que en los años 80 realizaba sus experimentos de voces directas de radio a través del proceso único de barrer con sus dedos el dial de una radio analógica, aunque posteriormente diseñó un aparato para que se hiciese de manera digital.

Frank, también tuvo conocimiento de un software llamado EVP MAKER creado por el investigador alemán Steffan Bion, el cual segmentaba aleatoriamente fonemas de cualquier discurso de una voz humana. Donde esta base era aprovechada por las supuestas entidades para manipularla y crear respuestas con sentido.
Así que Frank aunando las experimentaciones de Stein y Bion y usando sus habilidades como operador de radio y conocimientos de electrónica creó en 2002 la Caja de Frank que efectuaba un barrido lineal aleatorio en AM/FM/SW.

En el 2007 Steve Hultay un joven estudioso de las voces electrónicas de Keyport, NJ, Estados Unidos y fundador de Keyport Paranormal, a muy temprana edad tomó interés en lo paranormal cuando empezó a ver y sentir cosas que no podía explicar.
Interesado por la Caja de Frank y viendo que no habían disponibles, contactó con un ingeniero de Pennsylvania ya retirado; Joe Cioppi con el que trabajó en una versión FM de la Caja de Frank a la que denominaron la Caja de Joe. Por desgracia se construyeron pocas porque Joe, falleció, incidente que hizo que su caja se revalorizara en Internet hasta alcanzar precios desorbitados cercanos a los 2000$.

Una fecha clave y es donde nace realmente el interés por estos escaneadores de frecuencia fue en el 2009 gracias al ingeniero de Connecticut Gary Galka que perdió a su hija en un accidente de coche en 2004 a la edad de 17 años.
Gary comenzó a experimentar extraños sucesos en su casa familiar.
Estas experiencias sobrenaturales, hicieron que Galka fabricara lo que iba a ser una forma de conexión con su hija: La Ghost Box, el famosos dispositivo de barrido Radio al que denominó P-SB7 y que se comercializó a gran escala.

Si bien los resultados con estos escaneadores de frecuencia no eran muy alentadores, en el 2011 Steve Huff; reconocido bloguero fotógrafo americano creo un canal de youtube y empezó a experimentar con la PSB7 diseñada por Gary Galka obteniendo resultados muy por encima de la media en calidad que el resto de experimentadores.
Steve Huff; a la edad de 7 años tuvo una experiencia paranormal que le marcó y después de la muerte de su padre, en el año 2000, empezó a experimentar varios sucesos paranormales, de ahí que se dedicara a la investigación parnormal.

A pesar de esta experiencia mantuvo una postura escéptica hasta 2011. Por esas fechas se dedicó a la búsqueda en youtube de fenómenos anómalos y encontró un vídeo de un hombre llamado Stephen Hill y sus experimentos con la Caja Fantasma. Le sorprendió tanto que decidió hacerse con uno de esos aparatos y demostrar que era una tontería.
Consiguió La PSB7 diseñada por Gary Galka y al ver que obtenía resultados se dedicó a probar otras cajas fantasmas en busca de aquella que mejores resultados le proporcionara.
En base a la experiencia y a la ayuda de las supuestas entidades con las que contactaba decidió dar un paso más y crear nuevos dispositivos tecnológicos de contacto.
Para ello desarrolló varias aplicaciones APP de escaeno digital de radios de manera que se substituyera la GhostBox por un móvil, pc o tablet. Para ello contó con la ayuda de un informático Anthony Sanchez.
A su vez Steve, gracias a sus conocimientos musicales (toca la guitarra eléctrica) desarrolló un altavoz con reverberación que facilitaba la incursión de las voces. A este altavoz lo llamó «The Portal» y podía conectase a una GhostBox o APP especial para generación de ruidos que actuasen como portadora.

Teniendo cientos de miles de seguidores, quizá llevado por la fama, protagonismo o especulación, montó alrededor de este fenómeno un entramado de marketing para vender sus aparatos y software. Siendo acusado en varias ocasiones de manipulación en sus resultados psicofónicos.
Mi Experiencia con la Spirit Box
En 2013, mi incursión en el mundo de la investigación paranormal comenzó con el PSB-7, una pequeña radio diseñada para escanear frecuencias de FM o AM a gran velocidad. Este dispositivo me permitía ajustar la velocidad de barrido entre 100 y 400 milisegundos, aunque yo nunca superé los 150 ms. La particularidad del PSB-7 es que inyecta ruido blanco sintético entre cada salto de emisora, el cual se mezcla con el ruido blanco natural del vacío entre frecuencias. Debo admitir que el sonido resultante puede ser bastante ensordecedor.
La teoría detrás de estas herramientas es que las supuestas voces de entidades utilizan esta amalgama de ruido para modular y formar palabras, buscando así establecer contacto.
Motivado por los impresionantes resultados que el fotógrafo Steve Huff afirmaba obtener, decidí replicar su método de captación de psicofonías casi al detalle, a pesar de que algunos de sus «rituales» y procedimientos chocaran con mis propias creencias o me parecieran absurdos.
En sus inicios, Steve utilizaba una caja de madera con perforaciones donde introducía el PSB-7, un altavoz portátil, un pequeño generador de campo magnético, un trozo de cuarzo, una fuente de luz ultravioleta y algún objeto de connotación religiosa, como una cruz. Fue exactamente esa configuración la que yo decidí imitar.

Steve Huff sostenía que la caja de madera optimizaba la resonancia, facilitando así que las voces modulasen el sonido y se manifestaran. Además, se creía que la luz ultravioleta atraía a entidades benévolas, una teoría que también compartía el investigador Sinesio Darnell.
En cuanto a la bomba electromagnética, la idea era que las supuestas entidades requerían un aporte energético adicional para materializarse. El cuarzo, según algunos investigadores, también proporcionaba energía a las voces. Finalmente, los objetos religiosos como una cruz, una figura de ángel o una estampa, eran utilizados por Steve como elementos de protección, de acuerdo con sus creencias personales.
Aunque todo esto me resultaba bastante absurdo, decidí replicar su método casi al milímetro, tanto en la técnica como en el equipo y el ritual empleados.

Conseguí la misma grabadora que utilizaba él, aunque posteriormente las fue cambiando. En concreto la Roland 05. Las grabaciones en WAV 16bit 42Khz

La cámara de grabación una Sony XR550 con sistema de grabación nocturna «Night Shot». Las grabaciones eran efectuadas en modo Full HD.

Continuando con la descripción de mi método, la grabadora Roland no solo se usaba para registrar sonido, sino que funcionaba como un micrófono externo para la cámara. Conectaba la salida de auriculares de la Roland a la entrada de micrófono de la cámara, y ajustando el volumen del micrófono en la cámara, lograba una sensibilidad extrema. Esto me permitía tener un doble registro de sonido: en la cámara y en la grabadora. Para monitorear lo que sucedía, utilizaba unos auriculares de botón de buena calidad conectados a la cámara.
Replicar los sistemas de otros no siempre garantiza el éxito, ya que el fenómeno parece depender en parte de una cualidad del propio experimentador. Es como si el sistema cobrara «vida» y se convirtiera en una extensión del cuerpo del investigador. Sin embargo, en aquel momento, no comprendía el mecanismo de generación de las voces paranormales, así que pensé que si le funcionaba a Steve Huff, también debería funcionarte a mi, a menos que fuera un fraude.
Mi objetivo principal era demostrar que no había nada paranormal en el suceso. Creía que todo era resultado de emisiones de radio que se colaban y abarcaban varias frecuencias, coincidencias en las respuestas, pareidolias, e interpretaciones subjetivas erróneas. Pensaba que mi cerebro, en su búsqueda de patrones, adaptaba toda esa amalgama de sonidos a las respuestas esperadas.
Llevé a cabo estos experimentos de forma intermitente durante dos años. Los primeros tres meses fueron muy intensos, con dos o tres sesiones por semana, de 30 a 60 minutos cada una. Para mi sorpresa, los resultados aparecieron muy pronto, en la segunda sesión. Esto me hizo considerar la posibilidad de que ya tenía una predisposición, ya sea psíquica o mediúmnica, para el registro de parafonías.
A pesar de estos resultados, seguía desconfiando del método. Por ello, ideé experimentos más contundentes para determinar si el fenómeno era real o simplemente pareidolias. Me dediqué a buscar a otros experimentadores que utilizaran el mismo método, pero en aquel entonces eran muy pocos. Aunque encontré varios, sus resultados no me convencían y distaban mucho de la calidad lograda por Steve Huff.
Así que, la teoría era interesante, pero quise experimentar por mi mismo para ver si podía encontrar la explicación racional que esperaba.

ASPECTOS A CONSIDERAR
1- Por un lado, en esa época vivía en una zona de poca cobertura radiofónica, por lo que el 70% de los pasos de emisora eran ruido blanco sin emisión.
En este vídeo podéis ver y escuchar un ciclo entero de mi escaneador de frecuencias PSB7 y comprobar las pocas veces en las que se detectaban emisiones radiofónicas en mi lugar de experimentación. Además hay que tener en cuenta que, aún habiendo pocas emisiones, estas en su gran mayoría no eran de voces locutadas sino de música. Siendo la velocidad de escaneo alta entre 100 y 150ms y sintonizando tan pocas emisiones de radio, minimizaba las posibilidades de error.
2- Analicé cuantos pasos en milisegundos aguantaba cada emisora sin debilitarse la emisión. Ninguna emisora aguantaba más de 300ms, por tanto sería complicado escuchar una frase de mayor duración y achacarla a un locutor de radio de una emisora y más si la frase o palabra tiene relación con la pregunta efectuada

3- La concentración de emisoras está muy dispersa no habiendo casi continuidad en el enganche entre una emisora y otra.
4- Las respuestas se producían casi siempre en un mismo intervalo entre frecuencias. Si el ciclo completo del escaneador dura 30 segundos las respuestas se obtenían en un intervalo de 10 segundos y normalmente como máximo las respuestas se demoraban dos ciclos. Siendo sumamente casual que justamente se produzca una supuesta respuesta coherente a mi pregunta en tan poco tiempo y con tan pocas emisoras locutadas.
5- Las supuestas incursiones psicofónicas las escuchaba en directo gracias al altavoz. Aunque de otras solo fui consciente en la reproducción de la grabación.
6- En algunas respuestas se producía un hecho anómalo y es que la respuesta se escuchaba dos veces, primero levemente y luego se repetía con fuerza a continuación. Hecho que le ha sucedido a otros transcomunicadores como a Marcello Bacci.
Llegué a conseguir respuestas que ocupaban varias franjas de frecuencias, en algunos casos hasta de 40 pasos y sin pérdida de intensidad.
8- Parece ser que por este sistema, las supuestas entidades se nutren de la portadora que sería toda esa amalgama de sonidos entrecortados, para manipularlos y crear la supuesta «voz». Es por ello que las voces suelen ser diferentes. La ventaja de usar este método es que al poder aprovecharse de fonemas humanas, las voces son más comprensibles y con mayor volumen que las registradas con el simple magetófono, pero por contra, puede inducir a errores de interpretación.
9- Si mi experimentación fuese en su totalidad una interpretación pareidólica, el suceso debería registrarse asiduamente, pero resulta que la mayoría de mis resultados solo los conseguí en las pocas sesiones que hice entre finales de setiembre y finales de noviembre de 2013, es decir, aquí viene lo peliagudo del tema; las supuestas «voces» prácticamente desaparecieron, es decir, por mucho que experimentara no conseguía resultados. Por tanto si el resultado fuera una sencilla correlación que efectúa mi cerebro en base a la espera de una respuesta que pueda interpretar como coherente, el fenómeno se daría siempre y no se interrumpiría. O dicho de otro modo, fui incapaz de obtener los resultados que se produjeron en ese periodo, como si el «fenómeno» hubiese desaparecido.
Añado que sería muy casual que precisamente la pareidolia tenga lugar al momento o segundos después de hacer la pregunta. Con la dificultad que al haber tan pocas emisoras, no hay una continuidad en la amalgama de voces entrecortadas de los locutores que sí podría inducir a error. Siendo dicha continuidad tan escasa, también reducimos la probabilidad que precisamente encontremos la justa pareidolia pocos segundos después de la pregunta y con una amalgama de voces tan escasa.
10- Hice un experimento para descartar errores de interpretación. Eliminé las preguntas y me quedé solo con las respuestas y con todo el intervalo de ruidos y vocablos. Entonces ideé otras preguntas y las sustituí por las originales , no hallando ni una sola respuesta que se adaptara.
Ideé otras tres pruebas;
a) Que otros escucharan la pregunta conociendo de antemano la respuesta de la incursión parafónica. El consenso fue el misma en el 90% de los casos. Es lógico puesto que el saber la respuesta nos condiciona a escuchar lo mismo.
b) Que escucharan la pregunta pero sin saber de antemano la respuesta. El consenso bajó al 60%. Que sigue siendo un porcentaje alto. Es lógico que al saber la pregunta, puedas imaginarte la predicción de la respuesta y encontrar un patrón.
c) Que solo escucharan la respuesta, sin saber la pregunta. El consenso bajó al 30%. Aún siendo destacable, no cabe duda que sin referencias, la interpretación es compleja, ya que las psicofonías no suelen ser claras por la falta de energía como algunos argumentan.
Si consideramos dicha complejidad, es decir, dificultad en modular una palabra, nos hace falta tener un contexto para poder interpretarla. Sería como cuando nos comunicamos con un niño pequeño de dos o tres años que no pronuncia bien. Si lo grabásemos diciendo una frase sin tener el contexto es probable que no la interpretásemos. Por ejemplo si grabamos a nuestro hijo diciendo «yo quiero chocolate» y le damos a escuchar la grabación a un desconocido podría ser posible que no entendiese la frase, pero si le decimos a dicho desconocido que esa grabación acontece a que la familia estaba en la cocina picoteando un poco de chocolate, automáticamente por asociación, posiblemente deducirá la frase del niño. Si dicha grabación se la damos a escuchar alguien que conoce al niño, por ejemplo, al hermano mayor, la madre o un familiar allegado, las posibilidades de que entiendan la grabación se incrementan incluso sin saber el contexto en el que se desarrolló la grabación.
¿A caso el niño ha articulado una pareiodolia, o es más bien que al desconocer el contexto y no tener el oído «entrenado» no hemos sido capaces de entender una frase coherente?. Bueno, lo dejo como reflexión.
Otra reflexión interesante y que dedicaré seguramente un post para desarrollarla, es que es posible que el mensaje de las supuestas “entidades esté codificado de tal manera en el sonido que solo tu cerebro es capaz de decodificarlo, puesto que el mensaje va dirigido a ti, para tu comprensión y adaptado a tu fisio-biologia. Así que tu interpretas la respuesta que te parece clara y coherente pero que para un segundo oyente no tiene comprensión alguna. Es decir, el mensaje está, pero es correcto y decodificable solo para ti. Y esto no me vale como excusa para que cualquier cosa sea un coladero. Posiblemente en la mayoría de casos la interpretación no consensuada sea pareidolia.
Ya entraré en ese tema, como he dicho, en otro vídeo.
A pesar de todo ello, llevé a analizar algunas de las incursiones «Aquí en la tierra» y «Electronic» fueron analizados a petición de los investigadores José Garrido y Jorge Liébana, por el escéptico y técnico de sonido Lorenzo Matellan (Director en Headroom Estudio).
GRABACIONES
Sirva de ejemplo algunas de las validaciones que expongo de mi experimentación. He seleccionado lo que a mi entender se aleja algo de lo que pueda ser una pareidolia, o bien por la claridad en la respuesta, o bien, aún no siendo tan clara, en el contexto de la pregunta cobra sentido y la sonoridad es parecida a la respuesta esperada. Y admito que pueda estar equivocado en todo. Pero este fue mi resultado.
Recomiendo el uso de auriculares para distinguir más claramente entre el ruido blanco de fondo la incursión parafónica.
Las supuestas entidades suelen contestar correctamente a algunas preguntas muy concretas.
1- Las voces suelen ser educadas. En varias ocasiones me han saludo con un “Hola”, un “buenos días”, un “gracias”….
2- Siempre me han sorprendido y emocionado las incursiones que hacen referencia a nombres de personas. En la primera que os muestro parecen decir mi apellido al pedirles que lo dijeran.
En este otro corte, me dediqué a preguntar a las voces si eran capaces de repetir los nombres de algunos célebres contactados en el mundo de la TCI. Repitieron en gran medida los nombres que les iba sugiriendo, pero ninguno con la claridad y volumen de este. «König».
En este otro fragmento pregunto a las supuestas entidades que me digan el nombre de uno de mis amigos investigadores Jorge Liébana;
En varias sesiones he pedido que me repitan el nombre de la investigadora Anabela Cardoso.
En este otro fragmento de experimentación, pregunté por el nombre de las entidades.
Curiosamente apareció una voz de tonalidad femenina que me contestó Marta y otra masculina que dijo David en varias ocasiones y con tonos diferente. Estas incursiones me dejaron atónitos ya que no esperaba la claridad de las mismas, aunque posiblemente la de «Marta», siendo claramente interpretable en ese momento para mi, no es tan clara como la de David.
Además es muy poco probable que fuera una casualidad de incursión radiofónica puesto desde la primera respuesta a la última el escáner de frecuencias realizó mas de 40 pasos y además en una zona mayoritariamente de ruido blanco.
3- En varias ocasiones he preguntado a las entidades donde están. Las respuestas han sido siempre las mismas. Dos veces me dijeron Aquí y una una frase impresionante que posteriormente fue analizada como veremos. “Aquí en la tierra”.
4- En varias ocasiones las voces dicen la última palabra que menciono.
Por ejemplo en este corte digo si pueden establecer contacto y una voz femenina dice “Contacto”.
Aquí digo Onda Corta y una voz repite “Onda Corta”
Aquí digo Entidad y una voz femenina dice “Entidad”.
4- En este corte, podemos escuchar una voz que utiliza la parte de ruido blanco sintético que genera el aparato, para contestar a mi pregunta concreto. ¿Cuántos dedos tengo aquí?.
Y hablando de número aquí pregunto cuántas entidades hay en la sala y edades.
5- En otros experimentos pregunto como mejorar el contacto.
En la primer incursión yo estaba pensado en utilizar una radio de diodo tal y como había usado Konstantine Raudive. Al preguntar por la frecuencia una voz parece decir “A diodo”.
En la segunda incursión les pregunto cual es la mejor radio de las 3 que tengo para establecer el contacto.
En este otro fragmento pregunto a las voces si debo realizar el escaneo más lento y me dicen Sí, más lento.
6- Para validar respuestas evitando confusiones radiofónicas hago realizaba preguntas concretas. En esta ocasión muestro unas gafas y pido a las voces que digan lo que sujeto en las manos. Fijaros como prácticamente todo es ruido blanco hasta que llaga a una parte de emisión y ahí aparece la incursión.
Aquí les digo que digan la palabra corazón.
7- Otra anomalía que he detectado a es la aparición de palabras repetidas. Después de más se un año sin conseguir resultados, las voces volvieron a aparecer por un pequeño espacio de tiempo. La respuestas a mis preguntas fueron escuetas y se dio un hecho insólito; Las supuestas entidades repetían continuamente las palabras ángeles y ángel. Aquí muestro un vídeo que ejemplifica las numerosas incursiones que he tenido de estas repeticiones. No descarto pareidolia en algunas de ellas, pero otras son de una claridad pasmosa.
Hay que tener en cuenta que no me identifico con ninguna religión, ni tenía creencia en los ángeles.
8- Otro fenómeno característico es que las «voces» suelen en ocasiones a adelantarse a lo que va a decir el experimentador, como si las voces fueran precognitivas y en otras ocasiones repiten la última palabra que dice el experimentador o incluso la dicen a la vez.
Expongo un vídeo representativo de una misma sesión donde aparece algunas de estas anomalías.
9- Este fragmento de experimentación fue para mi una de las pruebas más impresionantes. El día de la sesión tenía claro que quería conseguir una validación fura de dudas de la existencia del fenómeno. Me había percatado que siempre que tenía cerca el libro de Anabela Cardoso «Electronic Voices», el fenómeno se desataba. Se me ocurrió preguntar a las supuestas entidades que me dijeran la palabra (Electronic) que señalaba con el dedo y a los pocos segundo vino la respuesta. Evidentemente ese día, no pude continuar con la experimentación porque la emoción me dejó descolocado. Juzguen ustedes mismos.
EXPLICACIÓN
La explicación del fenómeno no es tan sencilla;
Hay dos diferencias fundamentales en las parafonías conseguidas con este sistema. O bien las voces alteran los vocablos entrecortados que se generan en el escaneador, sería el caso de la incursión «Electronic». o bien las voces surgen del ruido blanco, como en el caso de «Marta y David».
Ahora bien; ¿Qué sucede si anulo la señal rafiofónica?. Por ejemplo en una jaula de Faraday.
En este caso estaríamos utilizando como portadora solo el ruido blanco. He experimentado poco con ese sistema y por ahora sin resultados.
También he ideado un experimento de doble ciego, donde las preguntas se hacen de manera aleatoria sin que yo esté presente y sin que sepa que pregunta se va a realizar en un momento determinado.
Conseguí algún resultado alentador pero no claro como para sacar conclusiones.
Tengo que reconocer que utilizar la voz humana ya sea fragmentada o escaneada no es el mejor método para transcomunicar. Induce a muchos errores si simplemente te dedicas a preguntar abiertamente o a esperar que se oiga algo comprensible para adaptarlo a la pregunta. Es por ello que de los cientos de vídeos y decenas de experimentadores que he visto por Internet y que utilizan este método, el 95% o más es pura basura y podría contar con los dedos de una mano los experimentadores de Ghostbox que sí que consiguen resultados decentes y con procedimientos más controlados.
Además el experimentador es parte fundamental para que se produzca el fenómeno. No todos los que se pongan a experimentar van a conseguir resultados. Algunos tardaran horas, otros, días, años o quizás nunca lo consigan. La tenacidad y constancia es vital para el fenómeno. Es como si a base de repetir, se modificaran las estructuras cerebrales de manera que modeláramos otra realidad que es capaz de trascender a la nuestra. Todavía es prematuro para aventurarme a decir que el fenómeno es 100% real, pero en base a mi experiencia y experimentación, tengo argumentos suficientes para pensar que efectivamente el fenómeno parafónico en la GhostBox se produce, pero no sirve como método fiable dada la cantidad de errores que induce.
Considero que actualmente el método, aunque vive un idilio entre los grupos cazadores de fantasmas, está completamente pervertido. No hay control alguno, su utilización es incorrecta y lo peor de todo; se da por bueno cualquier palabra o vocablo ininteligible, a veces, con la única intención de conseguir «likes» y otras veces porque el umbral de exigencia lo tienen muy bajo. Considerar que con la GhostBox vamos a conseguir psicofonías con facilidad, es no tener ni idea.
Más bien, con la GhostBox, el 99% de lo que se va a conseguir son pareidolias, algunas de ellas tan pobres que solo las va a interpretar el experimentador. Así que no entiendo a algunos grupos de caza fantasmas que en cada salida a un lugar lúgubre te presentan decenas de psicofonías, que verdaderamente no lo son, ni se le parecen. Es por ello, repito, que solo me he topado con 5 experimentadores, por ahora, que podría afirmar que lo que registran está más cerca de no ser pareidolia que de serlo. 5 experimentadores de cientos de los que he revisado. Así que el fenómeno psicofónico en la GhostBox es verdaderamente inusual.
Por otro lado hay que tener en cuenta la importancia del «psiquismo» del experimentador. Conseguir psicofonías no es sencillo y parece ser que hay un componente, no medible por ahora, y que influye en la calidad de los resultados, hablamos del experimentador, de sus capacidades «psíquicas» e incluso mediúmnicas, claro que, aquí tendríamos que dar por sentado la existencia de dichas capacidades, de las que yo no he sido consciente de haberlas desarrollado.
También me gustaría aludir a la procedencia del fenómeno. Me gustaría preguntar a los numerosos grupos de presuntos investigadores paranormales que hay en la red ¿por qué el 99% dais por sentado que comunicamos con el más allá? ¿En qué os basáis?. ¿Qué pruebas tenéis?.
Me suelen enviar muchos correos de curiosos que quieren «imitar» la técnica que he utilizado y que explico en alguno de mis vídeos. Aunque utilicemos las mismas técnicas y procedimientos no significa que vayamos a obtener los mismos resultados. Parece ser que hay una adaptación del método al individuo. Mi caso fue una excepción dentro de un fenómeno que es excepcional.